Traducción al español a continuación
Cooperatives of incarcerated people are becoming an increasingly common and compelling model around the world because they significantly reduce recidivism and the impacts of incarceration.
In Italy, about 2,000 people—or 12 percent of the incarcerated population working for the prison administration— are organized as cooperatives. Their recidivism rate is 5 percent, compared to 70-90 percent estimated among prison systems without co-op programs. At least four similar co-ops exist in Puerto Rico. And through the U.S. Agency for International Development (USAID)-funded Cooperative Development Program (CDP), the Peruvian National Penitentiary Institute (INPE), Ministry of Production (PRODUCE), and NCBA CLUSA are piloting this model with a group of women called Dulce Esperanza who produce chocolate and are in the process of forming a co-op.
During this webinar, we’ll explore the benefits cooperatives provide to incarcerated members, their families, their communities and even the penitentiary institutions where they operate. Our panelists will discuss the challenges these co-ops face, and how to navigate them. Join us on Wednesday, February 15 from 10-11:15 am EST to learn about the potential of this unique and valuable application of the cooperative model to improve the lives of incarcerated people, most of whom are from historically marginalized social groups.
Las cooperativas formadas por personas privadas de su libertad se están convirtiendo en un modelo cada vez más común y convincente en todo el mundo porque reducen significativamente la reincidencia y los impactos del encarcelamiento.
En Italia, alrededor de 2 000 personas –o el 12 por ciento de la población encarcelada que trabajan para la administración penitenciaria– están organizadas como cooperativas. Su tasa de reincidencia es del 5 por ciento, en comparación con el 70-90 por ciento estimado entre los sistemas penitenciarios sin programas cooperativos. Existen al menos cuatro cooperativas de este tipo en Puerto Rico. A través del Programa de Desarrollo Cooperativo (CDP) financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE), el Ministerio de la Producción (PRODUCE) y NCBA CLUSA están probando este modelo junto con un grupo de mujeres en el Penal de Quillabamba llamado Dulce Esperanza, que producen chocolate y están en proceso de formar una cooperativa.
Durante este webinario, exploraremos los beneficios que brindan las cooperativas a las personas encarceladas, sus familias, sus comunidades, e incluso las instituciones penitenciarias donde operan. Nuestros panelistas discutirán los desafíos que enfrentan estas cooperativas y cómo superarlos. Por favor únase a nosotros EL MIÉRCOLES 15 DE FEBRERO DE 10:00 A 11:15 am ET (hora Este de Estados Unidos y de hora de Perú) para conocer el potencial de esta valiosa aplicación del modelo cooperativo para mejorar las vidas de las personas encarceladas, la mayoría de las cuales pertenecen a grupos sociales históricamente marginados.
MEET THE SPEAKERS | CONOZCA A LOS PANELISTAS
Jessica Gordon Nembhard
Professor, Community Justice and Social Economic Development
Profesora de justicia comunitaria y desarrollo socioeconómico
Department of Africana Studies at John Jay College, City University of New York
Valerio Pellirossi
Senior Policy Advisor, Social Cooperatives and Social Enterprises Expert
Asesor Senior de políticas, experto en cooperativas sociales y empresas sociales
Confcooperative Federsolidarietà
Lymarie Nieves Plaza
Co-founder and Co-op Developer
Co-fundadora y especialista en desarrollo de cooperativas
Denis Calderon
Co-op Law Expert
Experto en Derecho Cooperativo